Las calles de Monterroso se convirtieron de nuevo este viernes, 1 de noviembre, en un hervidero con motivo de la celebración de la Feira de Santos, una de las grandes citas festivas del otoño en la provincia de Lugo.
La cita contó desde primera jora con miles de visitantes, animados no solo por la variedad de puestos y artículos a la venta, sino por el buen tiempo reinante durante la jornada.
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En la Cúpula se encuentran los vendedores de productos de alimentación, con especial protagonismo para los vendedores locales y para la gastronomía de la zona. Así, los visitantes podrán encontrar desde pan, queso, miel, verduras, habas y castañas hasta embutidos y toda clase de carne derivada del cerdo.
Fuera del recinto se concentran los puestos de ropa, calzado, artesanía e, incluso, maquinaria agrícola y aperos de labranza, sin olvidarse de los estands de comida, que ofrecen desde las clásicas rosquillas y churros hasta las pulperías, a donde peregrinan centenares de personas a la hora de comer.
A mayores, en el mercado ganadero se dan cita ejemplares de vacuno, ovino, caprino, caballar y porcino.
La Feira de Santos de Monterroso experimentó un ligero bajón en los últimos tiempos, como en la mayoría de las ferias ganaderas que se celebran en Galicia, pero continúa siendo la que más cabezas reúne en la localidad a lo largo del año.
La cita está catalogada como Festa de Interese Turístico Galego desde el año 2011 y ahora, desde el Concello, se trabaja también en buscar su reconocimiento a nivel nacional. Su dilatada historia, ya que sus orígenes se remontan a más de ocho siglos atrás, propició la apertura del museo A Vila das Feiras, que este viernes tiene también sus puertas abiertas.
Fuente: El Progreso